viernes, 7 de abril de 2017

Diferentes perspectivas




Siempre he odiado despertarme, mirar el reloj y comprobara que sólo quedan veinte minutos para que comience a martillear mi cerebro con su sonido estridente. Mi abuela siempre decía que al que madruga Dios le ayuda, si estuviera aquí le contestaría que tienen toda la razón del mundo, pero que el Domingo es el día del Señor y hay que respetarlo.