Anoche entró un señor gordo por mi chimenea vestido de traje y corbata. Me quedé sorprendido ante esta situación y le pregunté:
- ¿Eres Santa Claus?
Mientras abría mi cartera, que estaba encima de la mesa, me miró y me dijo:
- Que voy a ser Santa Claus, serás capullo
- ¿Entonces quien eres?, le pregunté
- Soy el hombre que el FMI manda a todas las casas para desearos feliz navidad, además de para coger todo el dinero que pueda.
- ¿Y eso porqué? Le dije asombrado
- Porque hay que ayudar a los bancos a que se hagan más ricos y cuando ingreséis algo de vuestra mísera paga os puedan regalar un jarrón o una vajilla.