viernes, 23 de septiembre de 2011

Relato Corto: Trabaja incansablemente para vivir del aire

Tengo 50 años recién cumplidos, me encuentro en esa edad en la que ya no hay marcha atrás, todo cuanto tenía que aprender en esta vida lo hice en mi dilatada existencia. Desde joven he trabajado para sacar a mi familia adelante, con poco más de 15 años tuve que abandonar la escuela para empezar un oficio, a pesar de mis buenas notas y mi inteligencia, destacada por todos los maestros, tuve que adentrarme en el mundo laboral.

No había nacido señorito, estaba predestinado a ser engañado durante toda mi vida por aquellos que se creen más inteligentes, pero que no son más que estúpidos forrados con abrigos de dinero y que se sienten superiores a los demás por el simple hecho de haber nacido con los bolsillos llenos.

Mis comienzos no fueron demasiado buenos, no me terminaba por acostumbrar al horario laboral, aun así, fui uno de los alumnos destacados de mi maestro en la electricidad, llamémosle M. Al poco de estar aprendiendo el oficio con M, me ascendió a oficial, la verdad es que se me daba bien aquello, además no me costaba demasiado aprender nuevos métodos.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Relato Corto: "No sé si quiero a mi mujer"


Tengo 36 años y estoy casado con una bellísima mujer de 40. Llevamos juntos desde que tenía quince añitos, eso son unos 21 años siendo pareja. Al principio todo eran ventajas, una chica con 19 años para mí era un lujo. Todos mis amigos flipaban con mi situación y me envidiaban por ello. Sin embargo el tiempo pasa y nuestra relación se iba afianzando peligrosamente, entre el grupo de colegas era el casado, el que no había disfrutado de la vida. Siempre pendiente de lo que mi novia decía para no enfadarla, y seguir con nuestra idílica relación.
El tiempo pasaba y todos mis amigos empezaron a tener sus relaciones estables e inestables. Poco a poco todos empezaron a encontrar a sus parejas ‘para toda la vida’, mientras que yo la había encontrado hacía bastante tiempo. Solamente había que esperar que la vida siguiera su curso y encontráramos un trabajo estable para irnos a vivir juntos y subir al siguiente escalón.