lunes, 17 de noviembre de 2014

Relato Corto: Nunca abras la puerta si duermes en gayumbos y no tienes zapatillas de casa


Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing.

Pero, ¿qué coño es esta mierda?, si todavía no ha salido el sol.

Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing

Puto teléfono móvil de mierda, a tomar por culo tu puta madre. Cojo el móvil y lo estampo contra la pared de la habitación. Por fin un poco de paz para poder evadirme de  las horas de madrugada sin alcohol.

Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing,

Me voy a cagar en la puta vida, en los muertos de las ranas y en el gilipollas que inventó los pitidios estridentes. ¿Qué coño pasa esta puta noche? ¿De dónde viene ese ruido? 

Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing, continúa el ruido de forma insistente.

Joder, hostia puta, es el timbre. Creo recordar que nadie había llamado nunca a ese viejo timbre pringoso de años sin que nada lo haya ni rozado. ¡Voy coño! ¿Dónde están los putos pantalones? Va, da igual voy en gayumbos, si seguro que es algún borracho que se ha equivocado de puerta y me tocará darle una hostia para que me pague el móvil que acabo de reventar.

Me acerco descalzo, evitando botellas vacías, a la puerta y la abro de forma precipitada para evitar otra nueva oleada de golpes en la parte profunda de mi cerebro a través de mis marchitos oídos.

- ¿Quién coño es? Digo de forma brusca y con el entrecejo fruncido.

- ¿Lianiaski? Pregunta una mujer menuda, entrada en carnes y con un escote con dos pechos gigantes que piden a gritos ser estrujados por manos ansiosas de sexo como las mías.

- Si, ¿Quién eres?

- Sin dejarme reaccionar alarga su mano y coge mis pelotas, las aprieta y me guía hasta la cama hasta tirarme sobre el colchón deshecho, mueve lentamente mi miembro hasta que alcanza el tamaño deseado, se baja las bragas, se sube la falda y se sitúa encima de mí como una Amazona de los cuentos para niños.

- No creas que soy una chica fácil y de una noche, no tengas una impresión equivocada de mí, esto lo haga porque te quiero. Tú eres mi marido.

- No digas nada más nena, tú sigue que te entiendo perfectamente.  Estas son las cosas que nadie se cree cuando las cuentas, pero qué bueno cuando te pasan.
A la mañana siguiente no había nadie en casa, sólo una nota ilustraba mis últimas cuatro horas de vida:

Cariño, no me esperes que tengo trabajo. Esta noche vuelvo y traigo la cena. ¡Espérame! 

Me pellizqué en el brazo hasta que un moratón vino a demostrar que todo lo que ocurría no era un puto sueño: no está nada mal eso de cambiar un móvil de 10 pavos por una mujer que trabaja todo el día, trae comida a casa y es una auténtica leona en la cama. Para todos aquellos que dicen que soy un calzonazos les digo que ellos son unos idiotas integrales, ahora voy a sentarme y a disfrutar de mi vida.

Toc, toc, toc suena el eco de la vieja puerta, seguro que es mi vecino que ha vuelto a escaparse de su mujer para expropiar una botella de Whisky y pasar un rato hablando de la mierda de vida que tiene. 
Me dirijo la puerta y le concedo la oportunidad de escapar de su esclavitud consentida.

- Muy buenas Carles, ¿has desayunado?
-
- Todavía no, sabes muy bien que no soy de esas personas con una nevera repleta de tonterías que la gente suele tomar por las mañanas

- No te preocupes, tu buen amigo Armando ha venido para salvarte el culo, me he acercado al Chino de la esquina y mientras no miraba le he limpiado una botella de Juan Caminante, de esas que tanto te gustan.

- Voy a por dos vasos, coge asiento.

- Sabes la última Carles, mi mujer me ha dado un ultimátum para que busque trabajo de una vez y deje de vaguear por las calles. No parece entender que esta mierda la crisis nos ha destrozado la vida a todos, no sólo a la frutería de su padre.

- Las mujeres no entienden nada Armando, sólo quieren tenernos subyugados para que estemos cuando hacemos falta pero no molestemos durante el resto del tiempo. Por eso a mí me gusta estar solo en casa con mis cucarachas y mis botellas, ellas nunca me fallan. Pírate de casa y deja ya a la bruja de tu mujer

- No puedo Carles, no sabría valerme por mí mismo, estoy totalmente atrofiado de la vida. Después de tanto tiempo no sabría ni encontrar una cama en la que echarme todas las noches.

- Pues no te quejes tanto hombre, tú a tu rollo e intenta que no se vaya con un viejo gordo, calvo y con pasta. Últimamente hay muchos por el barrio, no tengo ni idea de dónde habrán salido.

- Esos son todos policías Carles de incógnito, no ves que van siempre con un vaso de cartón y se rascan la sien para ver si consiguen erosionar la cabeza para encontrar alguna idea.

- ¿Qué coño hace la policía en el barrio? Si esta zona está recomendada en todas las guías de viajes y cuenta con una fama mundial por si arquitectura modernista y su amplia oferta cultural.

- Llevaban tiempo detrás de un asesino y al parecer se escondió aquí, todo muy romántico.

- ¿Un asesino? Hostia puta, ahora sí que vamos a salir por la tele todos los días, acuérdate que sólo salga de mi madriguera por las noches no me vaya a ver mi ex-mujer por la tele y me localice.

- ¿Estás casado? Jajajajaja, ¿tú no decías que eso de casarse era una gilipollez?

- ¿Cómo te crees que lo sé? Porque me he casado y debería de pasar una pensión o no sé qué pollas a mi mujer. Anda y que le den, que me puso los cuernos con un viejo calvo y gordo, se lleva a la niña y todavía le tengo que pagar yo el whisky. Hija de puta.

- Vaya un pringao, por lo menos yo no he caído en la trampa de los hijos. Por cierto, cabrón pásate el Whisky que te lo apalancas y queda menos de media botella.

- No probaba un licor de calidad desde la última vez que viniste, no sé cómo coño le robas al chino, siempre te está vigilante el cabrón. 

- Años de experiencia y estudio del entorno. Es lo bueno que tiene estar en el paro, uno puede desarrollar diversas técnicas especiales.

- Qué mamón que eres, como te gusta vacilar. Como un día suba el chino a tu casa con una escopeta verás la gracia que te hace.

- Si la escopeta está fabricada en China no tengo porqué temer nada, seguro que falla a la hora de disparar.

Jajajajajajajajaj reímos los dos al unísono mientras apuramos los dos últimos vasos de Juan Caminante.
- ¿Armando?

- Dime Carles

- Al final no me has contado lo de esa mierda del asesinato.

- No se sabe mucho la verdad, lo que comenta la gente es que un viejo apareció sin ojos, con la barriga rajada y con una nota que decía algo así como: ¿Te gusta el porno y las jovencitas que pasan por la calle? Pues muérete hijo de puta, todo el día trabajando para que cuando llego a casa por la noche estés pajeándote como un puto mono. Firmado: Tu esposa.

- Armando, creo que no nos vamos a ver en una temporada

- ¿Por qué?

- Me parece que anoche me follé al asesino en serie. 

- Jajajajajajja, Lianiaski eres un personaje de cuidado. ¿Bajo al chino limpio otra botella de Whisky para despedirnos como es debido?

- Venga, la huída puede esperar, mientras que mi cerebro necesita un chute de anestésico vital.

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