sábado, 18 de junio de 2011

Relato Corto: “Limpiar el cubo de las inmundicias”


Un cubo rebosante de basura es una visión un tanto repulsiva, en la actualidad vivimos en un mundo aséptico donde todo está pulcramente saneado, los grandes vertederos de basura ofrecen una imagen indecorosa. Todo el mundo tiene su pequeño vertedero en casa, suele estar situado en el patio o en la cocina y cuando el clima lo permite unos pequeños insectos alados vuelan a su alrededor.

Actualmente vivimos en una situación parecida, un cubo de basura se está desbordando por todos lados. Todos los causantes del derrumbamiento de la porquería se han vuelto misteriosamente profilácticos ante el posible contagio de sus perfectos cubos por esta inmundicia.

Mientras, unos grandes cubos aumentan las medidas profilácticas para no verse “manchados” otros que ya no pueden librarse del desplome no tienen otra cosa que aceptarlo. Y en este ámbito es donde se mueven los insectos alados con mayor facilidad. Esperan a que todo se descomponga para poder posar sus numerosas extremidades sobre la inmundicia y extender sus largas lenguas para obtener todo el néctar que sea posible.


En el reino de la basura todo lo que se consigue es por la fuerza, no existe ningún imperativo moral, todo se rige por la ley del más fuerte. La mosca mas fuerte obtiene mayor parte de la basura, mientras tanto, la pequeña mosca solo puede extender su lengua a una parte ínfima.

Las grandes moscas no son así de grandes porque sí, todo en la naturaleza lleva su tiempo y recorrido. Las dos moscas más grandes que sobrevuelan el cubo de basura son hijas de una pequeña mosca que no destacó por su tamaño, sino por eliminar a las demás moscas que dominaban la basura mediante la utilización de una gran variedad de métodos de exterminio.

Mientras, los llamados grandes cubos, que igual que ahora eran totalmente profilácticos ante la llegada de la basura que era derramada por un cubo mal llamado grande anteriormente, miraban impasibles como toda la basura se iba amontonando sin hacer nada. No eran conscientes de que una gran avalancha de inmundicia se acercaba desde un cubo gigantesco al que no querían mirar y temían limpiar.

Pues bien, en la situación actual la porquería de muchos de estos pequeños cubos se está desbordando por culpa de no haber montado una base sostenible, los grandes cubos impolutos que se mantienen asépticos obligan a los cubos desbordados a utilizar diversos métodos de limpieza para poder así mantener limpio el suelo común. Sin embargo no son conscientes de sus propios desperdicios, que también están sobrepasando peligrosamente el borde, así que lo disimulan perfectamente tirándola a otros ya desbordados.

Mientras las moscas siguen erre que erre con su frenética actividad, no suelen vivir mucho, y son conscientes de ello. Suelen vivir uno o dos años de mosca, lo que traducido al tiempo establecido por los humanos viene a ser 4 años por cada año de mosca, sino ocurre nada durante ese año. El succionar de estas moscas es virulento, pues además de llevarse todo lo que pueden, no contentas con ello, transmiten toda clase de molestias muy difíciles de superar.

Cuando una mosca cae entre la basura por agotamiento o porque su ciclo vital acabó suele llegar una mosca joven de su misma especie y se alimenta de ella para no perder todo el jugo extraído de la inmundicia, mientras las especies más pequeñas siguen revoloteando alrededor de los desperdicios buscando un lugar donde poder succionar.

La inmundicia parece no tener fin y sigue desbordando los cubos tanto grandes como pequeños, no puede pararse algo que se alimenta constantemente. Los pequeños seres voladores están por todos los cubos alimentándose de todo lo que hay, excusándose porque lo que hacen es por el bien de la comunidad cubil. Mantienen a raya a la basura que ellos mismos provocan para así seguir alimentándose sin parar.

La basura junto con las moscas sigue y siguen su crecimiento hasta que un día llegue una escoba y un insecticida que destruya todo la maraña que las moscas (con alma de araña) montaron para tener sometidos a los demás seres que vivían en los cubos.

2 comentarios:

  1. Desde luego; metafórica y literalmente, sólo estamos dejando vertederos :(

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  2. Pues sí, al final acabaremos como en los Simpson. Meteremos la basura en algún escondrijo y cuando todo explote no sabremos no por donde nos sale. Un saludo maco ;).

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